Durante la edad media la peste negra diezmó a más de un tercio de la población de Europa, los barcos que llegaban a puerto eran mantenidos en cuarentena, por ser 40 días el periodo máximo de contagiosidad de esta enfermedad. El desplazamiento poblacional y las migraciones no eran comparables a lo que sucede en estos días. Durante los últimos años como docente de Salud Pública repetía a los alumnos que en el siglo XX ya no existían barreras ni geográficas ni político-administrativas para la propagación de enfermedades, la frase era “no hay barreras para la Salud Publica”. La Av. General Paz no es un límite para el mosquito trasmisor del Dengue, ni para las enfermedades psicosociales, así como tampoco bloquea el flujo de demanda de atención médica. Recientemente escuché por radio que el Covid 19 era democrático porque no respetaba clases sociales afectando inclusive a gobernantes y reyes. Pero este punto merece ser analizado críticamente. La difusión de una pandemia depende del número de susceptibles (en el caso del Covid toda la población mundial) y la probabilidad de contacto entre el susceptible y el virus. Por su parte, la probabilidad de contacto está condicionada por el número de virus circulantes, por su difusibilidad, por la fuente de infección, y el entorno o medio ambiente...